Si lo que estás buscando es un sistema para jugar a tus clásicos de siempre, pero sin que este ocupe demasiado espacio en tu salón o habitación y que además te permita jugar de forma inalámbrica en tu monitor o televisor, entonces una consola retro stick es tu ideal.
Estas consolas de reciente fabricación se han puesto muy de moda por las comodidades antes mencionadas, pero también porque su relación calidad-precio es muy atractiva, pues por unos 60 euros tenemos miles de juegos para disfrutar cómodamente y si cables.
De entre todos los clones en stick que existen, destaca un modelo que, por rendimiento y precio, se merece el título de mejor consola retro del año. Se trata de Unicview M8, una consola clónica de mandos de PlayStation 2 con 10.000 juegos en un stick HDMI.