Tras seleccionar cualquiera de los 30 títulos disponibles, se colocará por defecto una vista en 3D sobre la pantalla con el objetivo de simular que estamos jugando a la recreativa original, pero de una manera virtual. Antes de eso, se nos ofrecerá la oportunidad de alterar el juego con múltiples ajustes, como elegir entre diferentes vistas, aplicar filtros, activar o desactivar los scanlines, personalizar la velocidad, el nivel de dificultad, las rondas, el número de vidas, añadir créditos infinitos, entre muchos más.
Al disponer de todas estas ventajas, si alguno de los clásicos se nos resisitía en su día ahora podremos configurarlo al gusto y adecuarlo a nuestra habilidad personal, de forma cómoda y sencilla. Y por si esto fuera poco, se han vuelto a incluir las funciones de grabar partidas y rebobinado, ambas aplicables a todos los títulos. Así que en caso de morir o cometer un paso en falso, siempre tendremos la posibilidad de repetir esa jugada hasta el momento justo y continuar con la fase o combate.